jueves, 13 de enero de 2011

LA (ULTIMA) CENA.

Estas reflexiones vienen a cuento del excelente artículo de Amador Fernández-Savater titulado "La cena del miedo (mi reunión con la ministra González Sinde)" (http://acuarelalibros.blogspot.com/2011/01/la-cena-del-miedo-mi-reunion-con-la.html?commentPage=2 y http://www.elpais.com/articulo/cultura/cena/miedo/reunion/ministra/Sinde/elpepucul/20110112elpepucul_8/Tes).
Espero que le gustara el menú, ya que me "temo" que no va a volver a ser invitado a estas reuniones de amiguetes.com pagadas con el dinero de todos. Si que me gustaría, como editor que es usted, que profundizara un tanto sobre el aspecto de la selección cultural y el marketing. Creo que, en el fondo, este es el meollo de la cuestión. Todos sabemos que la red es un pozo sin fondo y estando de acuerdo en lo que supone de participación y accesibilidad, lo que se plantea realmente es la cuestión de la visibilidad. Hasta la fecha eran los editores, las compañías discográficas o el ministerio de cultura quienes efectuaban la criba para establecer que creadores accedían a un nivel superior de distribución que permitía unas ganancias con las que "algunos" podían vivir de su arte. Al no existir criterios objetivos (nunca existieron) para delimitar que es "arte" o que es "comercial" continuamos con el mismo problema de acceso a este nivel superior. Los que ya están en él defienden su posición y han tomado el control de la maquinaria del estado. Esto es, el Ministerio de Cultura. Y no van a abrir las puertas del castillo a no ser que sean derribadas por otros que, con su empuje, les desplacen de su posición. Estos que empujan son de dos tipos fundamentalmente:
1)Los consumidores a los que se ha proporcionado un acceso rápido a los contenidos y unos sistemas de almacenamiento prácticamente ilimitados que no entienden porque tienen que conformarse, como sus padres o abuelos, con tener 5 discos/peliculas/lo que sea, pudiendo tener 800.000, y además contado que pesea a lo que se dice gastan más en ocio que sus progenitores.
2)Un cada vez mayor número de nuevos creadores, debido también a una democratización en el acceso a la cultura y la educación, que intentan acceder a un mínimo espacio de difusión que los visibilice y les permita sacar un mínimo partido a sus esfuerzos.
Así las cosas la paradoja se establece a nivel ideológico, ya que los defensores del castillo, y de los privilegios, hicieron gala de progresía y se encuentran ahora atrapados (sitiados) en sus propias incongruencias. Pero como la pela es la pela, e ingenio y poder no les falta, van a intentar a toda costa dar la vuelta a la tortilla y hacer quedar a millones de personas como bárbaros e ignorantes que no saben lo que hacen. Pero estos señores tienen que ser conscientes de que estas posturas son características de medios autoritarios, y al carecer de un masa social que respalde sus postulados muy pronto se van a quedar sin su único apoyo, que en este caso es político-circunstancial. La reconversión es inevitable en el medio cultural. Y estas suelen ser traumáticas. Contra el poder, imaginación.