jueves, 26 de noviembre de 2009

HUEVOS FRITOS

Escena para tostadora y exprimidor.
- TOSTADORA. Hace frío. A ver si da la hora del desayuno y me caliento un poco.
- EXPRIMIDOR. Pues a mí no me hace tanta gracia. Con la sequito que estoy, tener que empaparme todo.
- TOSTADORA. No seas exagerado.
- EXPRIMIDOR. No, si cualquier día voy a cascar y me sustituirán por uno de esos robots modernos que hacen de todo.
- TOSTADORA. Yo tampoco soy un primor de la última tecnología, pero hago las tostadas más ricas de la ciudad.
- EXPRIMIDOR. Eso dicen todos. Pero cuando llega la hora de la verdad, esta gente solo piensa en estar a la última. Les da igual que uno haya sacrificado su existencia para hacerles la vida más grata.
- TOSTADORA. Te noto algo amargado. Nuestra vida de electrodoméstico está muy alejada de disquisiciones filosóficas que no llevan a ninguna parte. Servicio y eficacia es nuestra misión.
- EXPRIMIDOR. ¿Y nosotros? No contamos para nada.
- TOSTADORA. Mi vocación de tostadora llena todo mi ser de alegría. Yo quería ser una tostadora, y soy una tostadora. ¿Para que voy a calentarme los circuitos con otras tonterías?
- EXPRIMIDOR. No me dirás que lo tuyo es como una reencarnación voluntaria. ¿En tu anterior vida soñabas con ser una tostadora?
- TOSTADORA. Pues sí. Aunque te parezca increible. Lo desee con tanta fuerza que mis anhelos se hicieron realidad. No encuentro una vida mejor que la de un electrodoméstico. Y ninguna comparable a la de una tostadora.
- EXPRIMIDOR. ¿Y cuales son esas ventajas?
- TOSTADORA. La verdad es que trabajar, trabajamos poquito. Y yo siempre he sido un poco vaga. El calor es otra de mis debilidades. Un lugar cálido para vivir y poder contribuir a que las rebanadas de pan luzcan esos preciosos bronceados me hace feliz.
- EXPRIMIDOR. ¿Felíz? Que gracia. A mi me hubiera gustado ser un avión a reacción, para ver el mundo. O un barco mercante. O una antigua y preciosa locomotora de vapor. Pero aquí encerrado todo el santo día. Nada más que aniquilando desagraciadas frutas que llegan a mi como el que va al paredón. Te lo digo sinceramente. Es deprimente.
- TOSTADORA. Entonces por que te quejas de que vayan a reemplazarte. Lo mismo te reciclan en parte de un motor supersónico.
- EXPRIMIDOR: Me extrañaría. Seguramente acabaré en un vertedero, descomponiéndome, cientos de años. Hasta que termine el proceso y pase a formar parte otra vez de la materia primigenia. Entonces podré reencarnarme. Pero pasarán cientos de años. El purgatorio no me lo quita nadie.
- TOSTADORA. Eres un pesimista. Yo sueño, cuando me retiren, en ir a parar a formar parte de un museo. Si, un museo del electrodoméstico. Estaré expuesto allí durante muchísimo tiempo. Seré el último de mi especie. Y todos se asombrarán ante mi perfección técnica y mi diseño funcional.
- EXPRIMIDOR. Yo seré un idealista, pero tu eres un soñador. No se que será peor. En fin. Parece que va aclarando por el horizonte. Habrá que trabajar un poco.
- TOSTADORA. La hora del desayuno. Mi momento preferido. Ya estoy sintiendo ese olor penetrante a café y huevos fritos.
- EXPRIMIDOR. ¿A huevos fritos? No alucines. Los huevos fritos no huelen a nada.
- TOSTADORA. Eso lo dirás tú. Me parece que va a ser verdad. Si no eres capaz de oler unos huevos fritos, debe de ser que tu hora está cercana.
- EXPRIMIDOR. No me comas el coco. Estoy seguro. Los huevos fritos no huelen a nada.
- TOSTADORA. Calla, que nos van a oír. Ya baja alguien por las escaleras.

TELÓN.